miércoles, 12 de diciembre de 2007

Primera carta publicada en La Crócica

Ocurrió el lunes, cuando yo había mandado la carta el jueves anterior. Me hizo mucha ilusión porque se leía sinceridad y buenas intenciones:

Aprendiendo a vivir.
Soy una persona que por un accidente de tráfico pertenezco al grupo de discapacitados y no puedo desarrollar el trabajo que antes tenía. No obstante, me encuentro muy bien, mis lesiones no se ven porque sólo me faltan "algunas luces"...
Varias causas te pueden bloquear la vida anulándote como persona y la recuperación intelectual, que implica, aprender a vivir es tremendamente complicada para nosotros porque carece de manual de instrucciones que te pueda ayudar. Yo conozco por experiencia personal este problema y sé que la comunicación entre nosotros será vital para ayudarnos a renacer y hacernos fuertes, porque somos especiales...
Bajo mi discapacidad intelectual me interesé por la informática y en concreto comprobé que Internet era una herramienta ideal para personas que sufren las consecuencias de traumatismos craneales, depresiones o para los familiares relacionados, de alguna manera,con este tema. Y después de varios años he conseguido elaborar un blog -yodiga.blogspot- porque Internet sería una ventana por la que uno puede salir a la vida,... a la nueva vida que ahora tenemos. Y el resultado ha sido enriquecedor hasta el punto de que me está ayudando para acercarme a la ilusión que siempre he tenido de ayudar a los demás a través de este cuaderno de bitácoras.
Aprovecho para desear lo mejor para cada persona en este año próximo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Yoli, soy Victoria y fui compañera tuya en Villablino. No sabes la enorme alegría que ha supuesto saber de ti y cómo tus ganas de vivir son tu mejor arma. Cuando leí la carta de El país, inmediatamente afloraron los recuerdos, no me acordaba de tu nombre y por eso me puse con cierta ansiedad a recorrer tu blog hasta llegar al escrito de diciembre pasado. Era increible, gracias a la tecnología podía seguir la trayectoria de tu vida contada por ti desde aquel trágico día. Yo estaba en el instituto y no sabes cómo nos sacudió, pensábamos en tí y en tu hija. Después me vine para Madrid y sigo en la enseñanza, que es una tarea dura pero mucho más difícil es la educación de los hijos. Yo tengo dos y te comprendo perfectamente, nunca llegas a asumir que tienen que hacer su vida y que aunque tu les orientes la última palabra la tienen ellos. No Te he escrito antes porque he estado muy agobiada con el fin de evaluación y el ordenador y yo no congeniamos mucho; ahora mismo tengo mis dudas sobre si te llegarán estas líneas. Aunque vivimos en Alcala, tenemos una casa en Callejo de Ordas y al menos cada 15 días, nos vamos. Ahora mismo estoy escribiéndote aceleradamente porque nos vamos para alli. Tenemos que vernos, yo no tengo móvil pero puedes llamar al de mi marido 606193877. Un beso fuertísimo y un abrazo para los tuyos, sobre todo pienso en tus padres y que gracías a ellos y a tu fuerza vital(recuerdo tu cara siempre jovial) estamos ahora comunicándonos.