domingo, 14 de septiembre de 2014

El cambio


Esta imagen de una fuente de León situada en la plaza de las palomas, no tiene nada que ver con el título de esta entrada, la verdad. Pero, hay algo que cambie más que el movimiento continuo de un chorro de  agua?
En fin... yo he tenido que cambiar mi vida en mi casa maravillosa, porque ahora estoy viviendo en Gijón con mi querida pareja. Es de cajón suponer  que yo haría esto desde el día en que mi hija marchara a estudiar a Oporto; sería incapaz de vivir sola. Por otro aprovecharía  esta oportunidad para  hacer una vida en común con este hombre mío... Tengo ilusión por buscarme aquí la vida. Lo básico será buscar donde hacer Pilates -porque el deporte es un pilar de la vida- y un estudio o lugar donde ir a pintar y conocer gente. De hecho, ya hablé con una profesora con quien puedo meterme con el acrílico.
aparte de esta rutina, estaré en esta ciudad tan bonita que tiene mar... Cuando me acerco al puerto o
playa, quedo con la boca abierta por lo precioso que me parece... es un lujo de la naturaleza.
De todas formas, echo mucho de menos a mi hija y no podría estar en León sin ella.
Por otro lado quiero ponerme en contacto con la ong "El teléfono de la Esperanza", de la que me habló muy bien M.A..Tranquila, que ya has empezado por escribir aquí, en tu blog que tienes abandonado.
Ánimo chiquilla.







martes, 2 de septiembre de 2014

tristeza



Así me encuentro yo, triste. Es septiembre, cerca del otoño,  época bastante propicia para sufrir un bajón moral porque significa un cambio de rutina... Pero que conste que yo lo quería ya, pero este año supone la marcha de mi hija a Oporto a estudiar seis meses, hasta febrero. Lógicamente yo me iré a Gijón, y este cambio me atrae porque me siento plenamente capaz de buscarme allí la vida, es decir una rutina, además más aislada de los deberes de madre porque mi hija estará estudiando fuera de España... Pero creo que es lógico mi malestar... sólo he de tener paciencia...